jueves, febrero 11, 2010

El amigo que nunca fui


Ahí voy, una vez más, a paso lento y mirada perdida, a casa, a la computadora, al blog y a la primera salida que encuentre. Y no es que esta noche sea diferente a las demás, vivo acostumbrado al certero golpe de la nostalgia extrema; solo significa que hoy tengo el valor de escribirlo y a ver qué pasa.
Nunca fui un buen amigo, mis intereses radicaban en cuanto podría aprender o divertirme esa persona, y una vez consumida a totalidad aquel recurso tomaba la primera ruta al escape dedicándome, entonces, al siguiente paso, sin preguntar, sin decir adiós, sin que los años y lo vivido valiera algo. Posiblemente los culpables sean la inseguridad y el compromiso. Sin embargo, qué amigo que se aprecie de serlo podría buscar algún compromiso mayor que el simple hecho de permanecer a tu lado y divertirte como tal, como un compañero, un hermano; acaso en mi cabeza autodestructiva reinaba la idea de que a varios años de amistad estaba obligado a volverlo padrino de mis hijos, de mi boda, e integrarlo a la familia como lo había hecho a mi vida. Hay cosas que no puedo responderme, solo señalarme con el índice como el puto amigo que nunca fui, que dejó atrás a sus camaradas de guerras y amores, que no volvió por casa para tomar el ultimo vinito de la noche, el ultimo cigarrito y luego a dormir, que olvidó cuando la ira y el temor le consumía en las noches de desamor, y que éste, un buen amigo, estuvo para el ¡salud! de cumpleaños y el abrazo de medianoche en la soledad de adolescente.
Los nombres no importan, son muchos, además. Importan en la memoria del escritor que supo aprender todo que estaba obligado a aprender. Y seguramente ahora gozan de otras amistades. Y ya pasaron la página. Y ya las aventuras vividas son solo una sonrisa en mitad de un brindis, cuando repentinamente los asalta la nostalgia y se preguntan ¿Dónde estará ese huevón? ¿Qué será de su vida? y vuelven a lo suyo. Y ese huevón, esa vida, ese escritor, ese muchacho, recorre el camino aferrándose a la idea de volver a llamarlos para recordar lo casi olvidado pero siendo consciente que solo en su imaginación habita la idea pues nunca, léanlo bien, sería capaz de marcar el teléfono, el doble clic en el MSN, el mensaje de texto, el mail deseándole feliz cumpleaños. No lo haría. Y no lo haría no por ser malo, sino porque comprende que él se alejó y ahora ellos respiran de forma diferente y que sus vidas no volverán a ser abiertas para ese amigo.
¡Ay!, maldita nostalgia...

5 comentarios:

Víctor dijo...

Me parece una pena. La amistad es un gran tesoro; de hecho, muchas veces he pensado que es un tesoro aún mayor que el amor.

vuelo de hada... dijo...

Me he sentido y muuuuuuy identificada con szte texto baby, mira que osamos de ser y brindar amistad sincera pero no buscamos ni intentamos buscar a quienes en su momento nos sacron muchas sonrisas y con quienes hicimos quizás también inolvidables pilatunas.
Yo soy de pocos amigos, por no decir no tengo mas que uno o dos que pueda yo considerar que son en el gran sentido de la palabra y lo que debe significar, pero soy muy cerrada en mi mundo y eso esta mal, a veces la nostalgia se apodera y con justa razón, somos ingratos esa es la realidad, asi que esperemos que cuando ya no estemos en este mundillo, nadie nos recuerde.
Un abrazote y feliz fin de semana anímate con tu amorcito, que te llene de besitos y cariñitos y vuelve a arrancar, asi es la vida o quizás, asi la hacemos.

Unknown dijo...

Victor: siempre estare de acuerdo contigo... aunque a veces piense que no he sido del todo justo con nuestra amistad.

Vuelo de hada: quiza estemos equivocados y en nuestra muerte una que otra persona podra recordarnos... al menos esas una o dos personas.
Le dare a Erika, mi amorcito, en cuanto la llame, tu mensaje. Puede ser comienzo de algo bueno.

Shcerman dijo...

Wow, he quedado tan identificado con esto que escribiste, y lo sé porque me puse a analizar, yo solo consumo las diversiones y cuando ya no hay nada, busco la salida sin decir nada. y me pasa casi a menudo; Pero de este año para aquí sé que eso ya cambio, xq de una manera uno se siente completo, sentis que no tenes ningun problema, cuando en realidad tenes muchos. y eso es lo bueno.

Saluds.

RMR dijo...

Tratemos de conservar la amistad...animo!!