Los invito a leer mi relato, por cierto, en su acogedora Kasa.
"Ágil, listo, inteligente, profundo, impacte, electrizante. Dayan nos enseña, con este relato, que su calidad narrativa no cree en fronteras ni límites, y lleva más allá las emociones del ser humano.
"Una bocanada de crudeza, inquietudes y temores. Un fino relato hecho con la pluma de una joven y talentosa escritora."
Escuchándolo en casa, hasta que un día decidiste dejarnos, yo prometi que te buscaria, pero jamas imagine encontarnos así.
Hoy he decidido caminar más lento que de costumbre... Un paso a la vez, solo esto me permiten mis frágiles y débiles piernas, bañadas en sangre... cierro los ojos, y trato de olvidar tu aroma, trato de olvidar tus manos sobre mi.. Camino por las calles, y las personas miran hacia otro lado, tal vez no me ven, o tal vez solo desean ignorarme.. O tal vez solo deseo no estar entre ellos... puedo percibir el aroma de ese liquido rojo, que corre a través de mi piel.. Mi cabello está aún hecho un desparpajo... mis ropas estaban sucias, llenas de lodo, pero más allá de esto, yo estoy llena de furia, de dolor.. llena de impotencia.
Recuerdo que caminaba pensando en lo tarde que había despertado esta mañana, mire mi reloj.. Eran las 7.40, si apresuraba el pasó el regaño seria tal vez menor, tal vez solo se quedaría en una llamada de atención.. en ese momento, sentí como mi brazo fue victima de un jalón, que me hizo detener mi paso te miré, y sentí una mirada penetrante y decidida, eso fue lo único que logre ver.. Después de eso, mis ojos quedaron en un obscuro silencio.. Escuchaba voces que indicaban un trayecto, una ruta. El vehiculo en el que íbamos, no sabia de precauciones, de altos, no! Dábamos muchas vueltas, tal vez solo era para desubicarme en espacio.
Llegamos a un lugar húmedo y frió. Se percibía el aroma a descompuesto.. Yo temblaba de miedo, perdí la brújula del tiempo, no recuerdo cuanto tiempo había pasado desde el episodio del puente. Me vendaste los ojos, con un paliacate rojo, comenzaste a tocar mis labios, me decías que me portara bien, y todo estaría bajo control, que yo me permitiera disfrutarte… las lagrimas comenzaban a ahogarme. Tu lo disfrutabas, me besaste, me succionabas el oxigeno, yo sentía tu lengua dentro de mi cavidad… y sentía un profundo asco. Después me despojaste de la blusa, y comenzaste a tocarme con agresividad.. Me repetías que lo disfrutara, que después de todo, tu sabias que yo lo deseaba. De pronto acariciaste mis piernas, y comenzaste a golpearme con la hebilla de tu cinturón, llevabas una navaja, y comenzaste a dibujar tu nombre en mi pierna, me decías que jamás olvidaría este día, este encuentro. Comenzamos a forcejear, fue fácil vencerme, pues a estas alturas, yo había perdida las ganas de sobrevivir, lo k le pasara a mi “despojo de cuerpo” era algo que ya no importaba.
Me penetraste, una y otra vez, y seguías golpeando mi cara.. perdí la cuenta de las veces que me gritabas puta, me dijiste que este era mi final, que yo había provocado todo.
Que te excitaba con las minifaldas que usaba, que meses atrás ya me habías deseado, y que habías planeado todo.
Al fin, tal vez 2 ó más horas más tarde, decidiste que era suficiente, que mi cuerpo ya no te servia para más. Así que me azotaste contra el suelo, y comenzaste a patearme, no se si el dolor tenga un limite, pero yo era incapaz de moverme ante tus golpes. De pronto, un silencio se apodero de la habitación y solo mi débil respiración se escuchaba, comencé a llorar, a gemir de dolor.. Mi mano se desplazo hacia mi cabeza algo se apoderaba de mi… era miedo?
Estuve tirada en esa habitación, por unas horas.. Después intente ponerme de pìe, y salir de esa fria y horrible habitación.. ahora camino por la calle, con el único deseo de tirarme en medio de la banqueta, y perderme en un profundo sueño…
Recuerdo que caminaba pensando en lo tarde que había despertado esta mañana, mire mi reloj.. Eran las 7.40, si apresuraba el pasó el regaño seria tal vez menor, tal vez solo se quedaría en una llamada de atención.. en ese momento, sentí como mi brazo fue victima de un jalón, que me hizo detener mi paso te miré, y sentí una mirada penetrante y decidida, eso fue lo único que logre ver.. Después de eso, mis ojos quedaron en un obscuro silencio.. Escuchaba voces que indicaban un trayecto, una ruta. El vehiculo en el que íbamos, no sabia de precauciones, de altos, no! Dábamos muchas vueltas, tal vez solo era para desubicarme en espacio.
Llegamos a un lugar húmedo y frió. Se percibía el aroma a descompuesto.. Yo temblaba de miedo, perdí la brújula del tiempo, no recuerdo cuanto tiempo había pasado desde el episodio del puente. Me vendaste los ojos, con un paliacate rojo, comenzaste a tocar mis labios, me decías que me portara bien, y todo estaría bajo control, que yo me permitiera disfrutarte… las lagrimas comenzaban a ahogarme. Tu lo disfrutabas, me besaste, me succionabas el oxigeno, yo sentía tu lengua dentro de mi cavidad… y sentía un profundo asco. Después me despojaste de la blusa, y comenzaste a tocarme con agresividad.. Me repetías que lo disfrutara, que después de todo, tu sabias que yo lo deseaba. De pronto acariciaste mis piernas, y comenzaste a golpearme con la hebilla de tu cinturón, llevabas una navaja, y comenzaste a dibujar tu nombre en mi pierna, me decías que jamás olvidaría este día, este encuentro. Comenzamos a forcejear, fue fácil vencerme, pues a estas alturas, yo había perdida las ganas de sobrevivir, lo k le pasara a mi “despojo de cuerpo” era algo que ya no importaba.
Me penetraste, una y otra vez, y seguías golpeando mi cara.. perdí la cuenta de las veces que me gritabas puta, me dijiste que este era mi final, que yo había provocado todo.
Que te excitaba con las minifaldas que usaba, que meses atrás ya me habías deseado, y que habías planeado todo.
Al fin, tal vez 2 ó más horas más tarde, decidiste que era suficiente, que mi cuerpo ya no te servia para más. Así que me azotaste contra el suelo, y comenzaste a patearme, no se si el dolor tenga un limite, pero yo era incapaz de moverme ante tus golpes. De pronto, un silencio se apodero de la habitación y solo mi débil respiración se escuchaba, comencé a llorar, a gemir de dolor.. Mi mano se desplazo hacia mi cabeza algo se apoderaba de mi… era miedo?
Estuve tirada en esa habitación, por unas horas.. Después intente ponerme de pìe, y salir de esa fria y horrible habitación.. ahora camino por la calle, con el único deseo de tirarme en medio de la banqueta, y perderme en un profundo sueño…
Mi pierna aún me punza.. Pero lo que mas me punza, es ver tu nombre gravado en mi... Pusiste tu firma, como la plasma un artista al finalizar una obra.... solo que ese nombre me es familiar.. Pase años escuchandolo en casa, hasta que un día dicidiste dejarnos, yo prometi que te buscaria. Jamás encontrarnos así.
4 comentarios:
Increíblemente bueno, felicitaciones a la autora y para ti mis abracitos de siempre.
Hola amiga, te traigo una participación a un posible premio de Lotería de Navidad.
Pasa por mi blog y lees las instrucciones, si quieres, a tu vez puedes repartirlo entre cinco blogs o más.
Lo mejor de todo:
¡Es gratis!
Espero que te agrade la idea y participes. BESOSS!!!!
KOMADRE!!
Que relato tan fuerte!!
APAPACHOS!!
Vayaa un rlato realmente intenso, fuerte, de esos que te dan ganas.
Me gustó mucho:)
Un abrazoo!
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